martes, 21 de septiembre de 2010

En el 150 aniversario de la muerte de Schopenhauer (enésimo intento de matar a uno de los mil padres posibles)


Corto y pego el poema A Arthur Schopenhauer, de Naguib Surur, incluido en el libro Hacer imprescindible lo que es necesario, traducido por Santiago Alba y Javier Barrera, y publicado por CantArabia:
¡Tú, oh Arturo, eres libre!
Concibe el mundo en tanto que voluntad
y representación
y después represéntate lo que quieras...
¡Eres libre!
Di que el entendimiento es limitado y corto,
que el mal en el mundo es eterno,
que el bien es mal y el mal es bien,
convierte el blanco en negro
y haz que el negro aumente su negrura...
¡eres libre!
Di que la gente es un rebaño de bestias
o de muñecos ciegos... di que la vida
es una horrenda pesadilla
puesto que eliges el pesimismo...
¡eres libre!
También yo me represento
lo que quiero.
¡Soy libre!
Y veo que eres un sucio cerdo
cuando nos invitas al suicidio
para vivir después setenta años...
¡y dos más!
¡Ah, ladino!
Eres hijo de banqueros y te enriqueces con la miseria,
todos predestinados... hasta los ricos...
Oh Arturo, que hipócrita eres...
¿Qué queda para nosotros, los pobres, sino la limosna?
También yo me represento
lo que quiero...
¡Soy libre!
Y veo que el banco es el mal en sí,
y veo que el mal es el banco en sí,
y la cosa en sí
y para sí
que hace de esta vida
una horrenda pesadilla.
Tú puedes opinar lo contrario... ¡eres libre!

sábado, 18 de septiembre de 2010

Creo que yo tampoco voy a salir de aquí (Micah P. Hinson va a publicar una novela)

En realidad, lo que yo siempre había querido era colgar esta canción:



Tan rabiosa, tan sincera, tan desesperada.

Y lo demás (todo lo demás), sólo ha sido un preámbulo, o una excusa, o una larga, larguísima, espera.

Pero ayer apareció el motivo que estaba esperando: una postal (la de la foto de abajo) me informaba de que su autor e intérprete, Micah P. Hinson, va a publicar una novela en noviembre:


Corto y pego lo que dice la editorial (Alpha Decay) en su web:
No voy a salir de aquí es, como la describe el propio Hinson, una nouvelette. Una novela breve escrita con ese mismo encanto del lirismo extrañado y melancólico que destila la vasta producción musical de este joven prodigio de la canción de autor norteamericana. Con pulso febril y exacto, Micah P. Hinson atrapa una secuencia de las vidas de dos jóvenes solitarios, enfermos, malditos y enamorados. Y los acompaña en un viaje suicida y sentimental cargado de preguntas. Los protagonistas de esta novela sólo encuentran una respuesta en el amor, entendido como un patético intento de superviviencia, y en la creación literaria, esfuerzo último de trascendencia. Una primera novela que se bebe a sorbos lentos y que recuerda, por su humor negro y su tristeza, al viaje a ninguna parte de los personajes de Buffalo ’66. Chico y chica a la deriva, con máquina de escribir a cuestas y muchas millas por delante. Impacto certero en el corazón desde alguna carretera secundaria perdida de Texas.
Y yo sólo puedo decir lo que ya dije el año pasado cuando me enteré de que Antonio Luque (Sr. Chinarro) iba a publicar un par de cuentos con esta misma editorial:
Ojalá no esté bien escrito, ojalá no esté bien construido, ojalá nos sorprenda, ojalá tenga algo que decir.

Y si la caga, no importa, le seguiremos escuchando de todas formas.
(Me encantan, por cierto, las autocitas, y que la realidad se esfuerce cada día un poco más por copiarse a sí misma, y repetirse, y ponérnoslo todo tan fácil, o tan difícil, según se mire.)

martes, 14 de septiembre de 2010

Más de librerías y libreros


Corto y pego (arriba) el reportaje que apareció publicado el viernes pasado en On Madrid (la guía de El País).

Si le das a la imagen, debería ampliarse e incluso tener el tamaño suficiente para que se lea.

Si no, que alguien lo diga y se busca la forma de hacerlo mejor.

A lo que iba: Diez librerías imprescindibles dice el título.

¿Imprescindibles de verdad?

Hombre, es una forma de hablar, depende de para quién.

Por supuesto, se puede vivir sin ellas.

En realidad, se puede vivir sin nada.

O casi.

Pero no merece la pena.

Las diez son buenas librerías y pretenden ofrecer algo distinto.

Librerías de Madrid (España).

Son sólo diez, podían haber sido veinte, o treinta.

Siento las que se han quedado fuera.

Y algún día hablamos de libreros, de lo achuchados que dijeron estar muchos.

De momento, un enlace para ver en acción al grandísimo Bernard Black, el librero más odioso y divertido de la historia.

YouTube no me deja insertar el vídeo, pero lo tienes aquí.